15 Señales de Madurez Profesional | 444

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15 Signos de que estás alcanzando la Madurez Profesional y Emocional.

Madurez Profesional, 15 Signos.

¿Qué significa ser un profesional?

¿Qué características tiene una persona que actúa con madurez profesional?

Desde mi punto de vista, un profesional es un hombre o una mujer que desarrolla un trabajo el cual entrega eficientemente en tiempo y forma.

Esto significa queun profesional no se retrasa con el término de su entrega, porque respeta la fecha y hora convenidas.

Y demás, ese trabajo que realiza obedece a las características y especificaciones ofrecidas (se ajusta estrictamente a las condiciones de calidad, y precio, en caso de que cobre por ello, o sea que no te da sorpresas, ni te cobra de más al final, se apega a lo pactado).

Generalmente, el trabajo de un profesional satisface a su cliente, porque cumple por arriba de sus expectativas.

Unos ejemplos:

Un Dentista te ofrece un presupuesto para reparar y renovar algunas de tus piezas dentales, y si es un profesional cumple con lo especificado, incluso acaba antes de lo que te había prometido, y quedas muy satisfecho con el resultado, porque se ven naturales, y además te incluye una limpieza gratis después de los arreglos.

Un profesional te hace sentir bien, y tú lo recomiendas.

Un futbolista que juega de delantero le pagan por meter goles, y al final de la temporada puede mete más goles que los esperados, así ayuda a su equipo a obtener mejores resultados.

Independientemente de que una persona sea joven, madura o mayor,

está por demás decir que todo profesional debe cumplir con los requisitos básicos e indispensables de su profesión.

Cualquiera que entregue un producto o un servicio en perfectas condiciones de calidad y con garantías, «es un profesional», independientemente de su edad.

Yo estoy en contra de la percepción de que los jóvenes son amateurs, de que no pueden ser calificados como profesionales.

En el sentido de la edad,

yo entiendo y recuerdo que cuando uno está en los inicios de su carrera profesional, uno trata de cumplir con sus funciones y responsabilidades, como todos; mientras tanto, la experiencia le va ayudando a uno a progresar en términos profesionales.

Uno de los errores que cometí al principio de mi carrera profesional.

En la medida que uno se las arregla para ir superándose a sí mismo, mientras uno va aprendiendo los entresijos del oficio, puede que uno se tome el propio trabajo con más o menos madurez profesional.

Este fue uno de los graves errores que Yo cometí al principio de mi carrera:

Trataba de realizar mi trabajo lo mejor que podía, pero no me lo tomaba con la debida filosofía de aprendizaje, porque

A) o no lo disfrutaba, o

B) pensaba que mi trabajo estaba mal remunerado (porque hacía más de lo que me correspondía).

En ese momento no estaba entendiendo con rigor la esencia del profesionalismo (porque nadie me asesoró, no tuve un mentor, ni un Grupo Mastermind al cual acudir).

Nadie me sugirió que debía dar la milla extra, que debía realizar ese esfuerzo adicional para destacar.

Yo ni siquiera sabía lo que era la Marca Personal, ni me dediqué a cultivarla, en lo absoluto.

Todo esto era una inmadurez profesional, por no sabía o no podía entender el beneficio personal que conllevaba entregar un trabajo excelente.

Por todo esto, te comparto

15 Señales de que has alcanzado la madurez profesional:

1. Tratas de superarte a ti mismo, y no a los demás.

El éxito de otros no te afecta, y por el contrario, los debes admirar y también respetar, intentas aprender lo que puedas de ellos.

Y, ¿por qué no? implementas algunas de sus técnicas, pero no tratas de ser exactamente como ellos, ni los envidias.

La envidia es un claro signo de inmadurez que te indica que todavía no puedes superarte a ti mismo ni a tus complejos.

Cuando superas la lacra de la envidia, demuestras madurez profesional en todos los sentidos.

2. Ya no buscas el reconocimiento de otros.

En lugar de buscar la aprobación de otros, te concentras en trabajar bien en lo que ya sabes que debes hacer.

Cuando estás libre del reconocimiento de tus críticos, teniendo la certeza de que eso que haces es de lo mejor, no te preocupas por otras opiniones porque sabes que los buenos resultados llegarán tarde o temprano.

En lugar de pensar en las críticas de los demás,

más bien te fijas en otros parámetros, como tus estadísticas, o la progresión o regresión de tus números, o en las sugerencias y apoyos que te piden, o en el impacto que tiene tu actividad sobre los demás.

Los datos y estadísticas de los demás los tomas solo como referencias, no como objetivos.

3. No prestas mucha atención a tus horarios.

Cuando alcanzas una madurez profesional, realmente trabajas por gusto (para tu negocio personal, incluso si te paga un tercero), y no faltas a tus compromisos.

Para un emprendedor no existen los fines de semana ni los días festivos, el profesional no toma en cuenta esto.

Jamas pones pretextos como que el día es feriado o festivo, sobre todo si eres emprendedor, porque éstas fechas en alguna forma te molestan porque no te ayudan tanto.

4. Sientes satisfacción por lo que aprendes y pones en práctica.

Cuando se es más joven, no se distingue tanto el tamaño y la utilidad del aprendizaje, pero eso sí, nos fijamos y nos comparamos más con los otros, para saber si saben o ganan más o menos que nosotros.

El profesional entiende que está aprendiendo y mejorando sus habilidades.

En el momento de que alguien se da cuenta de que tiene determinados conocimientos y habilidades, va ganando seguridad en lo que hace, en lo que propone, en lo que dice, y no le da importancia a la real, virtual o posible competencia.

5. Te alegras por el éxito de los demás.

Ya sean tus clientes, compañeros, empleados, asociados, miembros de tu grupo mastermind, o tus amigos, cuando te das cuenta y demuestras naturalmente que el éxito de los otros te llena de gusto, estás alcanzando uno de los picos más altos no solo de madurez profesional, sino como ser humano.

6. No te fijas en tus ingresos económicos.

Si has podido aprovechar tus ingresos cuando tuviste la oportunidad de ahorrar, y has sabido capitalizarlo en buenas inversiones, como por ejemplo:

Pagaste tu casa o tu departamento, o te compraste y liquidaste un local comercial, o tu oficina, has alcanzado una parte importante de la madurez profesional.

Cuando dispones de activos que te dan la libertad de evitar pagos de hipotecas y créditos alcanzas un grado de seguridad personal, uno que te da la oportunidad de no pensar tanto si generas muchos o pocos ingresos.

Todo esto te permite un grado de madurez profesional,

porque prestas más atención a tu trabajo, tienes menos preocupaciones, y esto te permite concentrarte mejor en alcanzar tus metas.

30 Consejos Financieros de Robert Kiyosaki, o cómo mejorar tus ingresos.

7. Buscas incesantemente nuevas experiencias y aprendizajes.

Quien alcanza un buen grado de madurez profesional nunca da por sentado que lo sabe todo, y aunque sepa más que la mayoría de su medio, siempre busca mejorar y saber más, pero no para presumir, sino para sentirse satisfecho consigo mismo, y ¿porqué no?, ayudar a los demás.

8. Encuentras cómo balancear tu vida personal con la profesional.

Es complicado separar el trabajo de la vida personal, pero, si tú eres un empresario, o empresaria, esto significa que tu negocio es tu vida, y seguramente estará muy ligado a tu familia.

Así que si eres un profesional, te tomarás con madurez el hecho de tener que gestionar el trabajo y la familia conjuntamente, como si trabajas desde casa.

Todo esto no debería ser un problema sino una ventaja, si esto lo asimilas y gestionas con madurez profesional, quiere decir que solo ves el lado amable y positivo de esto.

9. No tienes un ego engrandecido ni te sientes la estrellita de tu cielo, ni del cielo de los demás.

Si tienes una madurez profesional, eso significa que ‘te tienes en lo que eres’, y sabes que todo depende de tu empuje.

El hecho de alcanzar una madurez profesional implica que tienes claro lo que quieres, y no presumes ni eres arrogante, no te sientes superior a los demás, ves a todos como tus iguales.

Sabes que dependes de ti y puede que otros también dependan de ti o de tu trabajo, pero tú siempre los apoyas, no los haces sentir mal recordándoselos.

10. Controlas tus miedos.

Nadie se salva de sentir miedo, especialmente cuando incursionamos en trabajos o negocios desconocidos, y eso es bueno porque nos protege de hacer inversiones descabelladas, o de comprar activos que luego no podamos rentabilizar.

El miedo (mientras no te paralice) puede ser positivo, éste te ayuda a ver las cosas con perspectiva y a analizar los proyectos a fondo, para tomar las mejores decisiones y acciones que se puedan.

Estrategias para vencer al miedo, la ira y la ansiedad.

11. Te preocupan los ingresos.

Los ingresos te preocupan en cierta medida, pero no para disfrutar del dinero, ni para hacer gastos inútiles, sino para pagar nóminas, para pagar a acreedores, a consultores externos, a proveedores, para cubrir tus gastos de operación.

Podrías llegar a obsesionarte con tu facturación y su debido cobro, pero primero enfocándote en salir de deudas y superar tus obligaciones (que equivalen a responsabilidades).

Quien ha alcanzado cierto nivel de madurez profesional deja hasta el final su propio cheque, cubre sus gustos personales después de los demás, ya que no tiene muchas necesidades materiales.

Un profesional decente, No se va a ver un partido del Mundial en un país al otro lado del mundo, teniendo deudas pendientes con los profesionales que hacen posible su viaje, y sus gastos.

12. Actúas por iniciativa, y haces que las cosas sucedan.

El o la que ha alcanzado una madurez profesional No necesita supervisores, ni jefes, ni nadie que le recuerde lo que debe hacer, o por donde seguir o continuar.

Aunque casi todos necesitamos asesoría, o mentoría, o participar en un grupo mastermind, admitamos que:

«La gente que se puede auto-gestionar para cumplir con sus funciones y responsabilidades es alguien ya de por sí exitoso y digno de admiración».

Quien se sabe auto-gestionar es el tipo de ejecutivo que toda empresa quiere contratar, uno que funcione sin que lo tengan que estar controlando.

¿Que es tener Iniciativa?

13. Te recuperas rápido de los fracasos.

Como todo en la vida, al principio de cualquier carrera profesional, desmotiva muchísimo conocer los primeros fracasos, o escuchar los primeros rechazos,  como cuando nos dicen:

-“No gracias, en otra ocasión”, “No, por ahora no te necesitamos, ya te hablaremos”; “No, eso no me ha gustado”, “Repítelo y ahora trata de hacerlo bien”, “Es la última vez que te paso este error”.

Una persona que logra alcanzar una madurez profesional y/o emocional ya sabe gestionar todos estos rechazos y fracasos, los toma con filosofía, y sabe que debe seguir con aquello en lo que cree.

El Éxito a partir de un fracaso.

14. No te molestan los errores de los demás.

No es fácil tomar con buen ánimo los errores de los demás, especialmente si te hacer perder dinero, tiempo, clientes o prestigio.

La gente que se ofusca o toma como un asunto personal los errores de los demás, como los de sus empleados o subalternos, generalmente les cuesta más trabajo mantener las buenas formas.

Saber gestionar y reconducir los errores de otros para que no vuelvan a ocurrir, sin perder el equilibrio emocional, es saber demostrar madurez profesional y emocional.

15. No buscas pretextos ni excusas por tus fracasos, asumes las consecuencias de tus actos.

Esto de admitir errores es una de las características que muy pocas personas superan, por que en un mundo tan competitivo, asumir culpas o admitir un trabajo mal hecho muchas veces equivale a no volver a ser contratado o a perder mucho dinero.

Así que saber gestionar el fracaso sin echarse más tierra de la necesaria, sin perder tanto dinero, es un signo de madurez profesional.


‘Profesional’ no es una etiqueta que tú mismo te pones, es una descripción que otros utilizan para hablar de ti.

David Maister.


Fotografía de Pixabay.com libre de Derechos de Autor.

Fotógrafo: Janeb13.

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