15 Minutos de Fama ¿Cómo los aprovecharías? | 494

En el futuro todo el mundo será famoso durante 15 minutos | Qué harías con 15 minutos de Gloria | La fama efímera | la maldición de los 15 minutos | Andy Warhol fue un visionario que exploró el concepto del personal branding, un genio publicitario y del marketing | Posicionamiento de Marca Personal

¿Qué harías si tuvieras 15 minutos de Fama? ¿Cómo aprovecharías ese tiempo de exposición mediática? Reflexiones acerca del posicionamiento de una Marca Personal. Frase de la imagen de Andy Warhol: “En el futuro, todo el mundo será famoso durante quince minutos”.

15 Minutos de Fama ¿Cómo los aprovecharías?

¿Vale la pena lo que publicas en redes sociales?

¿Crees que la gente se acordará de ti o de tu contenido?


«En el futuro, todo el mundo será famoso durante quince minutos».

-Andy Warhol.

Muchos recordarán que esta famosa frase se le atribuye a Andy Warhol, el artista plástico nacido en los Estados Unidos.

Algunas fuentes indican que Andy Wharhol propuso la frase de ’15 minutos de fama’ en el año de 1968, al parecer la incluyó en unos folletos que se distribuyeron durante una de sus exhibiciones en Suecia.

Otras fuentes le atribuyen la frase a otros autores de menor visibilidad pública, quizá por eso acabó siendo popularmente asignada al personaje con más reconocimiento, a pesar de que en 1980 el mismo Warhol comentara que él nunca la dijo.


Andy Warhol fue uno de los visionarios que exploró por primera vez el concepto del ‘Personal Branding’.

Warhol fue un genio publicitario que no solo contribuyó a posicionar marcas históricamente importantes, tales como Sopa Campbell’s, Coca Cola, Pepsi Cola, o Paramount Pictures entre otras.

El mismo Andy Warhol supo trabajar, construir y posicionar su propia marca personal,

a tal punto que a la fecha es considerado como una de las referencias a seguir, no solo en el mundo intelectual, artístico y publicitario,

también es un reconocido personaje que ganó por sí mismos un lugar privilegiado en las conciencias de la sociedad contemporánea, gracias a su distintiva originalidad, creatividad y carácter disruptivo, a pesar, o a consecuencia de sus extravagancias y vida digamos ‘poco convencional’.


Pero, a pesar de las especulaciones acerca de la autoría de la frase, a principios de los años ochentas ya todos se la atribuían a Warhol. Yo, personalmente, creo que él fue el autor,  porque

solo un genio de su altura tiene la capacidad de predecir lo que hoy de hecho es totalmente posible y factible, ¡para cualquier individuo!:

«Todos podemos contar con 15 minutos de fama».

Warhol no estaba muy lejos de esta presente realidad al afirmar que:

«En el futuro todos contaríamos con nuestros 15 minutos de fama».

Puede que no todo el mundo vaya a tener el privilegio o la desgracia de contar con 15 minutos de fama mundial,

pero en el medio particular en donde cada quien se desenvuelve, ya sea en su industria, en su nicho de mercado o en su terreno competitivo, es muy probable y factible que pueda contar con esos 15 minutos de fama.

Hoy en día, cualquiera que posea un Smartphone y cuente con acceso al Internet tiene la oportunidad de poder lograr 15 minutos de fama, o más.

¿Cómo podemos aprovechar esos 15 minutos de fama?

Para hacer más eficientes esos 15 minutos de fama, básicamente tienes que contar con ‘Algo’ qué proponer a tu medio, ‘Algo’ que por su originalidad, utilidad, belleza o valor sea merecedor de ser distinguido por una mayoría.

Cualquier persona que tenga ‘Algo digno de ser reconocido, ‘Algo’ en forma de producto, servicio o una personalidad que cuente con alguna de las características mencionadas (en el párrafo anterior), puede llegar a posicionarse en la necesidad, el gusto, el respeto o la admiración de una colectividad, o de alguna industria.

Quien cuente con ese ‘Algo’, tiene básicamente 2 caminos

para dar a conocer eso que quizá sea digno de ser reconocido por una mayoría, pero que todavía no lo descubren, estos caminos son:

EL PRIMERO. El reconocimiento directo (posicionamiento orgánico).

Éste se logra a través del boca a boca, cuando es recomendado entre colegas y amigos.

Ese ‘Algo’ se transmite de persona a persona, porque se considera de tanto valor que merece ser recomendado y criticado.

En el Internet y en los buscadores (como Google), este reconocimiento viene dado en forma de clicks, accesos a páginas web, tiempos de lectura, números de escuchas y visualizaciones; todo este tráfico le va otorgando a ese ‘Algo’ un peso específico, y cada vez va acumulando mayor importancia.

Así, los algoritmos reconocen ese ‘Algo’ en forma de contenido, lo registran y califican como contenido dinámico, ya que se recomienda, se comparte, se re-tuitea, se re-envía por correo electrónico, o se manda por Whatsapp.

Todas estas pequeñas acciones que se van sumando poco a poco, contribuyen para que ese ‘Algo’ gane un posicionamiento orgánico.

EL SEGUNDO. El reconocimiento debido al pago de publicidad.

Siempre que se tenga el dinero, este camino resulta ser el más fácil, uno que cualquiera con recursos financieros puede intentar.

Aquí se paga a una compañía de publicidad,

o a profesionales del Marketing Online, o directamente a las plataformas más importantes, tales como Google, Facebook, Instagram, etcétera.

Y, en función del posicionamiento que se pretenda para ese ‘Algo’,

se puede pagar por tener visibilidad en un país, o en una región, o entre un grupo de personas con determinados gustos, entre un rango de edades, con unos gustos específicos, en fin, se paga por acceder a las personas que supuestamente valorarán más ese ‘Algo’ que se les colocará visiblemente en su timeline, o en su correo electrónico, o en su cuenta de whatsapp, o en cualquiera que sea su red social.


El primer camino para posicionar ese ‘Algo’,

o sea, el camino orgánico, es el ideal, porque se va construyendo solo, poco a poco, con trabajo y dedicación, a fuerza de consistencia y regularidad, y suele consolidándose con el tiempo.

El segundo camino, el posicionamiento pagado

con publicidad le ayuda a todos, tanto a los que tienen ‘Algo’ digno de ser reconocido, como a los que no cuentan con ese ‘Algo’, ya que simplemente pagan por llegar o alcanzar un sector solo para ser visibles.

Aquí el problema es que si ese ‘Algo’ carece de elementos dignos de ser reconocidos, caerá en el olvido tan pronto como se deje de pagar la publicidad.

Si ese ‘Algo’ en forma de contenido y carente de valor deja de ser pagado, sufrirá al día siguiente una caída en su inercia, y

perderá toda ese impulso y visibilidad, porque no logró impresionar, porque no tiene una base sólida de contenido; quizá tuvo cierto impacto al principio, pero no dejó una huella en la mente o los corazones de su audiencia.

Estoy consciente de que en la actualidad se tiene que pagar publicidad por posicionamiento,

al menos si se quiere recortar el tiempo para llegar a más audiencia. La acción de pagar no tiene nada de malo mientras estés dispuesto a hacer el gasto (que no es lo mismo que invertir).

Se puede pagar muchísimo dinero, incluso millones por contar con 15 minutos de fama.

Si lo que se pretende es llegar al medio que nos interesa, y carecemos de un contenido encomiable, pagar será una acción casi inevitable, dado que se quiere provocar un mayor impacto en cuanto a alcance, no en cuanto a impresión.

Se puede impactar mucho pagando, incluso hoy se puede medir el nivel de impacto por su alcance, por ejemplo:

-«Este artículo llegó a 15 millones, ese vídeo lo vieron 45,000 personas, ese tuit tuvo 25,000 clicks»,

Pero, puede que a pesar de ese impacto, el contenido no haya impresionado, y lo que esperamos es impresionar a los demás.

Es posible que impactes a 100 personas porque llegaste hasta ellos, pero solo impresionaste a 90, éste es un alto índice de porcentaje.

Si en su caso pagas por impactar a 30,000 personas e impresionas solo a nueve o diez, quizá no obtuviste un resultado que te haya parecido productivo, y puede que este resultado sí sea suficiente para otra persona, esto depende de la respuesta de aquellos a los que impresionaste, y de la cantidad de gente a la que quieres impresionar.


Hace poco entré a la transmisión en vivo de una auto-nombrada  personalidad publica.

Por razones de ética, no mencionaré ni su género ni su industria, fue un Live en una Red Social.

Esta persona transmitía en vivo a sus seguidores, y por lo que entendí, también pagó por tener un alcance más allá de sus seguidores, con el fin de alcanzar una mayor audiencia.

En esa transmisión, esta persona se presentaba a sí misma como «Especialista de un tema particular». Solo comentaba cosas acerca de sus gustos personales, su origen, su comida favorita y otras cosas sin trascendencia, prácticamente era un monólogo acerca de sus vida personal, y

cuando alguien de la audiencia le hizo una pregunta específica de su tema,

una pregunta que me pareció totalmente apropiada para la plataforma, adecuada al tema concerniente de su dominio, contestó con sorna, medio burlándose:

-«Perdóname, pero eso no te lo puedo contestar AQUÍ, dado que comprenderás que debo comer de algo (sic), eso no te lo puedo decir más que en una sesión privada, es que Yo soy profesional (re-sic) y vivo de esto; no puedo comentarte mi mi ‘know how’, si quieres ponte en contacto conmigo y te contesto eso y más, lo siento mucho».

¡Qué sería si no lo hubiese sentido mucho!.

A esas alturas de la transmisión, Yo acumulaba más de 15 minutos de estar escuchando tremenda perorata. Su respuesta me pareció totalmente ridícula y justamente carente de profesionalismo.

Si esta persona o personaje supuestamente público

convoca a sus seguidores y algunos más a escuchar una sesión en vivo, lo normal es que éstos (seguidores y audiencia) esperen descubrir algún tipo de contenido interesante, original o novedoso.

Yo le recomiendo a las personas que comulguen con este estilo, que si estiman que su contenido aporta tan alto valor como para no compartirse públicamente, entonces conviértanlo en libro y véndanlo, o propóngalo para un Premio Nobel.

Esta supuesta o supuesto profesional contó con más de quince minutos de mi tiempo, y también el de muchos más, desaprovechando todos esos minutos sin proponer un contenido que aportase un mínimo valor.

Durante toda la transmisión, no pudo o no quiso aportar absolutamente ningún valor, y no me pareció que comprendiese que en 20 minutos no se puede contar toda una experiencia profesional, ni se pueden solucionar los problemas de nadie.

Esta persona debió haber aprovechado la convocatoria en la que reunió a una respetable audiencia para que en 15 ó 20 minutos les mostrara solo la punta del iceberg:

LA PUNTA DEL ICEBERG es esa pequeña cumbre que por sí misma demuestra solo una parte del gran contenido que «supuestamente» posee una persona.

Ese contenido bajo el iceberg, que en parte se puede demostrar también en su blog, o en ese mismo seminario, o cuasi conferencia, debe ser algo original y digno de solicitarse.

Se sobreentiende que el resto del iceberg es de pago,

dado que siendo gratis ya ha dado muestras de su enorme valor.

Se entiende que el resto de su contenido también cuenta con características encomiables, unas que también aportan valor, y que pueden ayudar a mejorar nuestro trabajo o nuestra vida.

En 15 ó 20 minutos pudo contestar tranquilamente a 4 ó 5 preguntas, respuestas que le hubieran hecho brillar, que hubieran demostrado que sabe lo que dice, y que puede aportar muchísimo más:

No comprendía que su audiencia estaba expectante, esperando consumir alguna recomendación interesante, algún ‘tip’, o algún concepto creativo que nos diera idea de lo que ésta persona es capaz de proporcionar, y en mayores cantidades.

Llegué hasta el final de la transmisión casi por morbosidad,

y allí ví solo a una persona que dilapidó sus más de 15 minutos de fama, dándose baños de sapiencia, sin demostrar nada de su saber hacer, siendo más bien egoísta, porque parecía como que se regocijaba por los comentarios de su audiencia, pero a la hora de verse puesta a prueba, reprobó no solo como profesional, sino especialmente como persona.

Pregúntate:

¿Qué harías con 15 minutos de fama pagada?

Si hipotéticamente alguien te regalara la oportunidad de aparecer en todas las plataformas, en todos los foros y seminarios Online, en todos los grupos públicos y privados de Facebook, en todos los canales de televisión, de Youtube y de Netflix, en fin en todos lados y al mismo tiempo:

¿Qué propondrías?

¿Cómo aprovecharías ese tiempo de fama fugaz para tratar de que no sea eso, fugaz, o efímera?


El mundialmente reconocido cocinero británico Jamie Oliver,

fue descubierto por azares del destino cuando la cadena BBC transmitía en vivo un reportaje en un restaurante.

Jamie hasta ese momento ni siquiera era Chef, solo era un ayudante más en la cocina, y cuando solicitaron que alguien prepara una receta en particular, resultó que él era el único que podía hacerla.

Los productores de la BBC le pidieron que preparara dicha receta ante las cámaras. Esos 15 minutos de fama fueron suficientes para que él demostrara su carisma y valía; hoy todos conocen sus programas y libros de recetas, los cuales se traducen a más de 20 idiomas.

En la actualidad, a Jamie Oliver también se le admira no solo por su comida, sino por sus labores humanitarias.


Debes saber dar a los demás.

A todos nos gusta que nos admiren, pero eso de ser admirado te lo tienes que ganar, nadie te ve la primera vez y te admira.

Todos los que se obsesionan con demostrar que sus marcas personales tienen valor, tendrían que primero estar obsesionados con el contenido que ofrecen.

Te tienes que preguntar objetivamente si estás agregando valor o estás tratando de obtener algo de ellos.

Y puede que a uno le obsesione vender su producto o su servicio, o esté desesperado por tener más seguidores, u obtener más likes, y eso se nota.

¿Eres de los que Dan o de los que solo toman?

-Gary Vaynerchuk @garyvee


COMO ÚLTIMA REFLEXIÓN, PREGÚNTATE:

¿Es meritorio eso que propongo en forma de contenido?

¿Vale la pena lo que publico en redes sociales?

¿Quiero impactar a un gran número de personas? o mejor ¿Prefiero impresionar positivamente a unos pocos?

¿Realmente creo que después de consumir mi contenido la gente lo recordará y por consiguiente pensarán en mí?

“Cuando eventualmente lleguen tus 15 minutos de fama, aprovecha al máximo cada segundo”.


Da click aqui para escuchar o leer otra emisión con un tema afín de Andy Warhol.

 

Entrada y salida musical de Kevin MacLeod de Incompetech.com

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