Las batallas por el reconocimiento en redes sociales | 699

El poder de las redes sociales | El impacto que generan las redes sociales para ser reconocido | Cómo adquirir fama en medios digitales | Las batallas por el reconocimiento en redes sociales | Posicionamiento en Instagram, Linkedin, Facebook, Twitter, Tik Tok | Cómo destacar en Instagram y digital media

Las batallas por el reconocimiento en redes sociales | Por: Gustavo Pérez Ruiz.

Las batallas por el reconocimiento en redes sociales

Hoy en día gran parte de los internautas, usuarios de redes sociales, personajes públicos, candidatos a influencers y todo tipo de personalidades que aspiran a destacar en el mundo digital, muchos (no todos por supuesto) desean el reconocimiento por los demás.

Creo que en general a todos nos gustaría no solo ser identificados por nuestro nombre sino también señalados como meritorios, como excelentes, como populares, pero eso no es ni será posible para la mayoría.

Solo un reducido y selecto grupo de personas pueden pasar del anonimato al estrellato, y el hecho de pertenecer a ese distinguido grupo implica privilegios o al menos eso creemos.

Muchos tienden a asumir y a afirmar que ser parte de ‘una minoría privilegiada por su fama’ conlleva relaciones y roce con personas de alta jerarquía, y en gran medida puede que sea cierto.

Estar incluido en un pequeño grupo de personajes o de profesionales reconocidos es generalmente asociado con una jugosa generación de ingresos.

Siempre relacionamos fama con dinero y posesiones materiales de alta gama.

Desde el surgimiento de las redes sociales como un gran escaparate con potencial de proyección de imagen individual, la gente común y corriente o los ciudadanos de a pie nos dimos cuenta que cualquiera de nosotros tenía y tiene oportunidad de sobresalir y ser famoso sin aparentemente tener que imprimir un gran esfuerzo.

¿Cómo me puedo hacer famoso?
Gracias a las redes sociales se ha elevado la ola y casi tsunami de candidatos en pos de ser famosos con sed de reconocimiento.

Cada vez más y más crece y crece el número de pretendientes a ser gurús o a ser influyentes en determinadas industrias, los cuales en la mayoría basan su importancia -o su valía- principalmente en la aprobación numérica de sus seguidores.

Tal como lo he comentado en otras entradas/posts:

«En nuestra naturaleza como seres humanos yace la necesidad de interactuar con otros individuos de nuestra especie».

Hace como unos 30 años lo más común era conectar con otros individuos en persona,

y cuando teníamos algún contacto remoto con alguien ubicado en un lugar alejado lo hacíamos por carta, por telegrama, por E-mail o por teléfono.

Casi nadie contaba con las posibilidades o infraestructura para poder comunicarse a través videollamada, cosa que hoy es de lo más común.

Antes, pero ahora probablemente más, buscamos relacionarnos en redes sociales con otros individuos,
principalmente para que nuestro trabajo, nuestras opiniones, nuestro arte o nuestras propuestas de valor obtengan reconocimiento como propias y si también se puede pues como destacadas.

Esperamos que otros digan:

«Este trabajo lo hizo Arturo. ¡Qué bien hecho está!»
Esas ideas son de Susana. Ella tiene gran creatividad, síguela en Twitter.
Ese artículo es de Don Jacinto. El es un profesional de X tema, léelo en LinkedIn, o
Ese Plan de Empresa lo elaboró por Raquel. Pocos cuentan con su gran nivel».

¿Primero hacemos el contenido o mejor empezamos a buscar reconocimiento en redes sociales?

Es lógico pensar y desear que ese esfuerzo, ese trabajo, ese arte o esa propuesta de valor que realizamos con tanto ahínco gane reconocimiento como propia, como original y como relevante.

Y, si además el producto de nuestro esfuerzo es reconocido por un determinado grupo y hasta por un abultado colectivo pues eso me parece loable y aplaudible.

Lo que no me parece lógico sino más bien megalómano es que alguien pretenda y aspire a contar con el reconocimiento de la totalidad de un grupo específico y hasta de una aldea a nivel global sin antes contar con un trabajo o una propuesta singular que pueda ser demostrada con los hechos, no solo con las palabras.

Hoy en Facebook o en Tik Tok -solo por mencionar dos redes sociales- podemos apreciar que predomina la sobreexposición personal más que las valiosas ofertas que contribuyan al bienestar de quienes las consuman.

El Exceso de Exposición anula la Marca Personal

En esas redes sociales -como por ejemplo el Ínstagram– donde prima el aspecto visual sobre el práctico-, encontramos grandes batallas por el reconocimiento individual basadas en un lucimiento personal apoyado en propuestas con aspecto transgresor.

Allí vemos impresionantes exposiciones en cuanto a su forma más que en cuanto a su fondo, como comer veinte hamburguesas en una sentada cuando existe gente que no tiene para comprarse una sola.

El vestir como factor para obtener reconocimiento

El hecho de vestir de forma digamos poco convencional, estrafalaria y hasta con escasa ropa bien puede lograr el objetivo inicial de llamar la atención.

Pero si ese inusual aspecto no va acompañado de una interesante u original propuesta de valor, una que no sea la burda repetición de lo que otros ya exponen por allí hasta el cansancio,

o que no pase de una invitación a leer algo que no exija un mínimo de concentración para poder interpretarse,

es entendible que algunos y algunas recurran incluso a la exposición de su cuerpo o de su hortera indumentaria como fachada principal para compensar su carencia de ideas o de valor en sus propuestas.

Por otro lado, para muchos internautas son más importantes los números que la utilidad o el beneficio de una propuesta.

Contar con un gran número de seguidores o tener unos elevados ingresos que puedan hacer del dominio público tiene para muchos mayor peso que resolver los problemas de la gente o crear nuevas necesidades que beneficien a una sociedad.

Y además, estamos observando -con gran crecimiento en redes sociales- que el reconocimiento tiene paradójicamente más importancia -a su vez- que el dinero.

Para muchos que incluso lo declaran así, es crucial tener más seguidores que demostrar las cosas materiales que pueden comprar gracias a sus grandes ingresos.

Por supuesto que esto no es la regla general.

Para unos cuantos es más importante contar con el reconocimiento de unos pocos siempre que esos pocos sean la mayoría de un gremio o cuenten con un peso moral específico que avale la propuesta de valor, sin grandes pretensiones.

Claro, para éstos es mucho más importante saberse con el reconocimiento de dos profesionales de su medio que contar con la aprobación de una gran mayoría que solo los sigan por el bienestar financiero que demuestran públicamente a primera vista.

Cuando el reconocimiento se buscaba solo en un medio

Recuerdo que antes de las redes sociales las batallas por el reconocimiento individual se disputaban a nivel local, en una empresa, en un gremio, en un colectivo específico.

Hoy en día se lucha por el reconocimiento a nivel global,

ya no solo basta con tener más seguidores que el competidor de tu ciudad, ahora es deseable el reconocimiento de una masa que abarque toda una esfera, como por ejemplo el mundo hispanohablante, o el angloparlante.

Como ya dije, todos aspiramos al reconocimiento positivo de nuestra persona, de nuestras ideas y de nuestro trabajo, eso habla bien de nuestros ideales y de nuestras ganas de crecimiento.

En general esperamos que la cantidad de reconocimiento que recibamos por nuestro trabajo sea proporcional al tamaño del esfuerzo que ponemos en crear nuestra propuesta de valor.

El problema es que el reconocimiento público de nuestro trabajo suele estar por debajo de nuestras altas expectativas y llegamos a pensar que es injusta la valoración pública de ese trabajo, o por el contrario minimizamos el verdadero valor de lo que proponemos.

Es difícil generar valor con creatividad e innovación esperando que el reconocimiento se refleje inmediatamente en un gran número de seguidores y likes o en buena cantidad de recomendaciones.

Así, esperando el reconocimiento de una gran masa a la que no conocemos a nivel personal es complicado mantener la motivación para continuar trabajando constructivamente.

Pero, si no demostramos con hechos tangibles nuestro trabajo, si nuestra exposición pública SI logra atraer las miradas y la atención de muchos, pero hacia una propuesta débil, insuficiente, inconsistente, repetitiva o carente de originalidad,

¿Cómo entonces es que pretendemos el reconocimiento de un gran número de seguidores?
Pienso y creo que quien resiste la indiferencia de los demás hacia su trabajo y puede mantenerse haciendo eso que estima importante, eventualmente será señalado como loable o valioso.

“El principio más profundo de la naturaleza humana es el anhelo de ser reconocido».

William James (1842-1910) | Psicólogo y escritor.

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Imagen de Pixabay.com libre de Derechos de Autor.
Fotógrafo: Gerd Altmann

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