Esconde el Porsche para guardar las apariencias | 691

 

Anécdotas de Steve Jobs | Historia de Steve Jobs Randy Adams y Ross Perot | Esconde el Porsche para guardar las apariencias | Cuando Steve Jobs tuvo que esconder su Porsche | Cómo cuidar la imagen y marca personal | No presumir de riqueza y prosperidad | Steve Jobs y el Porsche 911

Esconde el Porsche para guardar las apariencias | Una anécdota de Steve Jobs | Por: Gustavo Pérez Ruiz.

Esconde el Porsche para guardar las apariencias

La mayoría de las personas conoce o reconoce la figura de Steve Jobs, el empresario y magnate de los negocios de computación, comunicación y entretenimiento, cofundador y vicepresidente ejecutivo de Apple Inc. y en su momento máximo accionista de The Walt Disney Company.

Muchas y variadas anécdotas se cuentan acerca de este ya legendario emprendedor, y la historia que a continuación les comparto –Esconde el Porsche– la obtuve de un artículo que escribiera Connie Guglielmo en 2012 para la revista Forbes, esta es mi adaptación personal de «Untold Stories About Steve Jobs: Friends and Colleagues Share Their Memories. Hide The Porsches«.

Esconde el Porsche

Allá por 1985 Randy Adams, un programador de software rechazó una oferta de Steve Jobs para trabajar en NeXT, empresa que Jobs fundó poco después de su controvertida salida de Apple.

En ese momento Randy Adams no se sentía listo ni seguro para invertir su dinero en NeXT. Pero, Steve Jobs, insistente como siempre, dejó un mensaje en la contestadora automática del teléfono de Adams diciéndole:

«Randy, la estás desperdiciando. Esta es la oportunidad de tu vida, ¡y la estás desperdiciando!».

Adams analizó mejor las cosas, reconsideró bien la oferta de Jobs, y acabó aceptándola.

Poco después, ya trabajando dentro de NeXT, aprovechando sus boyantes finanzas, tanto Randy como Steve adquirieron sendos coches deportivos, cada uno se compró un Porsche 911.

Esos mismos Porsches que estacionaban uno junto al otro ocupaban tres lugares ejecutivos, claro, para que no se maltrataran la pintura al abrir las puertas; se notaba que les empezaba a ir bien.

Cierto día, Steve Jobs llegó corriendo al cubículo de Randy, y apresuradamente le dijo:

“Ven, acompáñame, tenemos que mover inmediatamente los coches”.

Randy le contestó: 

¿Y por qué?

A lo que Steve le dijo:

“Tenemos que esconder los dos Porsches porque Ross Perot viene hacia aquí, ya va a llegar a la oficina, y tiene en mente invertir en la empresa, pero no queremos que piense que tenemos mucho dinero”.

No sé si recordarán a Ross Perot (1930-2019):

Él era un millonario texano y político independiente que en 1992 se presentó a las elecciones presidenciales compitiendo contra el entonces presidente George H.W. Bush y también contra Bill Clinton quien finalmente ganó la presidencia.

Luego, Steve Jobs y Randy Adams fueron a mover sus coches al patio trasero de las oficinas de NeXT en Palo Alto, California, lejos de la vista de Ross Perot. 

7 Conceptos de Steve Jobs para impulsar la Marca Personal

Al final, en 1987, Ross Perot sí acabó invirtiendo 20 millones de dólares en esa compañía, ocupando obviamente un lugar de privilegio en la mesa de consejo.

Hoy nos comportamos de otra forma para guardar las apariencias

Lo paradójico y curioso de esta anécdota -Esconde el Porsche-, en comparación con lo que hoy estamos atestiguando, sobre todo en redes sociales, es que precisamente en esta época de inicios de los años veintes, sucede todo lo contrario.

En la actualidad, más que tratar de guardar las apariencias o disimular unos discretos ingresos, muchos quieren proyectar lo contrario.

Algunos instagramers, facebookeros y youtubers tratan de exponer un determinado y a veces hasta prefabricado bienestar económico, buscando demostrar status y éxito, o lo que ellos entienden como éxito mostrando en sus fotografías o ‘selfies’ vistiendo ropa de marca y accesorios de lujo.

Y, por supuesto, que algunos también se hacen tomar fotos en coches deportivos de alta gama, convertibles (descapotables), los que probablemente no sean ni de su propiedad.

Podrán decir que lo digo por envidia ¡!

pero solo hay que tratar de ser un poco observadores en los detalles, y allí nos podremos dar cuenta de muchas cosas:

«Dime de qué presumes y te diré de qué careces».
-Dicho Popular

A su vez, también es notable -y creciente- el número de personajes o pseudo-influyentes o influencers del mundo digital que pregonan su entre comillas éxito, el cual demuestran colgando imágenes de sí mismos mientras declaran que trabajan pocas horas desde alguna playa o sitio de interés vacacional.

A ver, tener y mantener un holgado nivel de vida es la aspiración normal de cualquier empleado, emprendedor o persona que desee contar con una buena tranquilidad financiera.

Pero, el hecho de hacer público y notorio ese -para la mayoría envidiable- nivel de vida es lo que puede llegar a producir el efecto contrario que se busca.

Por eso Steve Jobs le avisó a su socio Randy Adams que debían mover sus coches, para que Ross Perot no solo viera que no tenían tanto dinero sino que también entendiera que ellos -como potenciales socios- eran unos profesionales prudentes y discretos a la hora de gastar y realizar inversiones.

Tengamos en cuenta que en esa época Steve Jobs todavía no era el poderoso personaje en que luego se convirtió.

En vista de la actitud de Steve Jobs y dada la inversión final de Ross Perot, de veinte millones de dólares, descubro que en ese momento NeXT -como empresa- todavía no alcanzaba ni el tamaño ni la rentabilidad suficientes como para justificar que sus jóvenes socios, eso sí a la postre millonarios, pudiesen comprarse artículos de lujo que todavía no estaban debidamente avalados por el tamaño de su facturación.

Claro, si podían pagarse dos Porches 911 entonces, ¿Para qué iban a solicitar las aportaciones de Ross Perot?

Justo en el arranque de una empresa,

que por supuesto ninguna tiene el camino fácil, es cuando menos se justifican los gastos no indispensables, como en este caso dos coches de alta gama,,,, ¡¡Sí!!, aunque provengan del propio bolsillo.

Tampoco se justifican los gastos de artículos y en su caso pasivos que no generan más ingresos a la empresa.

Esos coches aunque comprados con digamos «ahorros personales», porque no fueron cargados a las operaciones de la compañía, representan una forma de ver los negocios y de vivir la vida, y eso lo sabían tanto Steve Jobs como Ross Perot.

Si no entonces, ¿Por qué un millonario como Perot iba a invertir su dinero en esa empresa si no apreciaba un sacrificio suficiente por parte de sus futuros socios?

Y, similarmente sucede lo mismo cuando una persona asiste a una entrevista de trabajo,

para un puesto de bajo perfil, y por lo tanto de sueldo discreto, vistiendo un traje de marca muy caro.

¿Por qué le iban a dar el trabajo justo a él si aparenta que no tiene necesidad de trabajar?
Si tú eres un freelancer o consultor independiente que promueves tus servicios en redes sociales:
¿Por qué iban a contratar tus servicios si publicas imágenes y videos donde te muestras luciendo artículos caros -que no vienen al caso- los cuales tus potenciales clientes ni siquiera pueden adquirir?
¿Crees que tus seguidores estarán convencidos de adquirir tus productos o tus servicios basándose en el argumento de que trabajas muy poco pero con altísima productividad?
¿Por qué iban a consumirte productos o servicios si no puedes compartir tu fórmula del éxito hasta que no te paguen?

Es natural que a todos nos gusten las cosas de lujo, como un Porsche 911, eso no tiene nada de malo,

pero a un nivel más terrenal, especialmente en los inicios de una empresa pequeña, o cuando ya se han recorrido algunos años,

pero donde los niveles de facturación son claramente de supervivencia,

es poco razonable o irreflexivo tratar de reflejar una imagen artificial de triunfador para convencer a otros que consumiéndote van a lograr una supuesta estabilidad financiera de la que al parecer tu gozas.

Construir un prestigio, o una marca personal respetable se logra teniendo en cuenta a los demás, buscando que los otros se superen y alcancen sus objetivos.

Eso de presumir y proyectar un modus vivendi deseable e idílico, más que provocar que te consuman en bandada puede afectar y mucho a tu imagen y marca personal.

Así que para guardar las apariencias sensibilidad y sensatez.  Y, si lo tienes, ¡Esconde el Porsche!

«No es la apariencia, es la esencia.

Noo es el dinero, es la educación.

No es la ropa, es la clase”.

-Coco Chanel

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Imagen de ‘Esconde el Porsche’ de Pixabay.com libre de Derechos de Autor.
Fotógrafo:  Abdulla Binmassam

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