10 Virtudes del Código Samurái | 423

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Consejos del Código samurái que en la actualidad tienen aplicación en los Negocios y el Trabajo.

10 Virtudes del Código Samurái

El Hagakure es el popular compendio que refleja el espíritu del guerrero samurái, el cual ha quedado registrado en el libro “El Camino del Samurái”.

Este código samurái es un sumario de ideas acerca del comportamiento del ejemplar combatiente japonés:

persistencia, honor, lealtad y lucha hasta la muerte.
El Hagakure surgió en Japón a partir de

la tradición marcial y el culto al guerrero que se fue contando de generación en generación. Estas meditaciones se produjeron durante un extenso período de tiempo en el que los japoneses vivieron inmersos en una perpetua guerra civil.

Estos hechos se prologaron desde el siglo VIII hasta el siglo XVI.

Fue en esos años de revueltas y conflictos feudales cuando surgió la figura del bushi, o guerrero feudal, mejor conocido en occidente como samurái.

En esta ocasión les vuelvo a traer los interesante conceptos de la filosofía del código samurái aplicados a la gestión empresarial.

Los samurái eran las figuras que personificaban a los más nobles guerreros japoneses.

El samurái era el más elevado exponente de su casta, uno que siempre estaba dispuesto a cumplir con gran coraje su deber, y a hacer lo que su señor feudal le pidiese. Ese señor feudal era más que su jefe, era hasta su dueño; el samurái lo veneraba casi como a un dios.

Este guerrero daba tanta importancia a la lealtad y a la totalidad de su propio comportamiento,

que seguía y respetaba este código samurái de conducta hasta las últimas consecuencias, no importando si en ello llevara implícito su propio sufrimiento físico, y de ser necesario, enfrentaba la muerte con honor.

En la emisión 213«Ideas para Emprender como un Samurái», ya les había propuesto algunas premisas del código de comportamiento del espíritu bushido, del mismo código samurái.

10 Valores Empresariales del Samurái.

UNO. Arriesga, pero con prudencia.

Un sabio dijo:

«Quien comete la temeridad de cruzar un río de profundidad desconocida, morirá arrastrado por la corriente, sin llegar a la orilla, y obviamente dejando de cumplir su tarea».

Es lo mismo que cuando uno ejerce el cargo de samurái con pasión y sin reflexión, sin entender las costumbres de los tiempos, ni lo que agrada o desagrada a su Señor, y en consecuencia no sirve de nada, solo se logra la ruina.

No es decoroso arriesgarse intentando ganar la aprobación del señor.

Primero, debes procurar observarlo todo desde lejos, para tratar de medir la profundidad del río, para trabajar después sin hacer nada que desagrade al señor.

Referencia del libro: Hagakure «El Camino del Samurái».

DOS. Inteligencia, empatía y valor.

¿En qué consiste ser un samurái?

Lo principal es dedicar todo tu cuerpo y alma a tu señor, pero además de esto, hay que armarse interiormente de:

inteligencia, humanidad y valor.

Puede parecer imposible que una mujer u hombre común y corriente alcancen estas tres virtudes, pero es sencillo.

La inteligencia no es más que debatir las cosas con los demás. Así se alcanza una sabiduría ilimitada.

La humanidad es hacer las cosas teniendo en cuenta a los demás, comparándonos con ellos y poniéndolos en primer lugar, esto es ser empático.

La Empatía o Pensar en los demás te produce beneficios.

El valor es apretar los dientes; no es más que hacer esto y seguir adelante haciendo caso omiso de las circunstancias.

TRES. Controla bien los gastos sin hacer escándalos.

Cierto supervisor que llevaba la contabilidad de una sección, descubrió que mientras hacía un balance de cuentas faltaba dinero.

Entonces, este supervisor envió al jefe de esa sección una carta que decía lo siguiente:

“Sería una lástima tener que hacerse el seppuku por una cuestión de dinero. En vista de que eres el jefe de mi sección, te ruego envíes los fondos faltantes».

Como esto era razonable, se envió y se recibió la cantidad que faltaba y quedó aclarada la cuestión.

Se dice que hasta las infracciones se pueden resolver sin que nadie lo detecte.

El mencionado seppuku, también conocido como harakiri, es el suicidio ritual japonés por desentrañamiento, para el cual se utiliza el sable o un cuchillo.

El harakiri tiene su origen en el honor del bushido, y hoy en día, cuando en contabilidad y finanzas no cuadran los números, ya nadie lo utiliza.

CUATRO. No ostentes riqueza en tu Marca Personal.

Durante el asedio al castillo de Shimabara, el guerrero Tazaki Geki llevaba una armadura muy resplandeciente. A su señor y comandante, no le gustó el hecho de que uno de sus guerreros llamase tanto la atención luciéndose, y desde entonces siempre que veía algo ostentoso o presumido, decía:

“Esto es como la armadura de Geki”.

Esta anécdota (agregada en el código samurái) nos enseña que las armaduras y arreos militares ostentosos pueden parecer muestras de debilidad, de falta de fuerza. En éstas se ve el corazón de quien los lleva.

Presumir ¿Ayuda o Perjudica tu Marca Personal?

CINCO. Trabaja en el momento que te toca.

Un sabio dijo:

«Correr hasta quedarse sin aliento agobia al principio. Pero quedarse quietos de pie después de correr es una sensación extraordinaria».

«Mejor todavía es sentarse. Mejor todavía es acostarse. Y mejor aún es ponerse una almohada y echarse a dormir».

«La vida del hombre y de la mujer debe ser siempre así. Esforzarse mucho cuando se es joven, y después dormir cuando se es viejo o cuando ya estás al borde de la muerte».

«Pero dormir primero y esforzarse después…  Es lamentable esforzarse hasta el final y acabar con trabajos toda la vida».

«La vida del hombre debe ser lo más laboriosa que sea posible».

SEIS. Se prudente.

Se dice que el samurái debe evitar abusar del sake, del orgullo y del lujo. Cuando estás triste, no debes preocuparte, pero cuando te sientes un poco alegre estas tres cosas resultan peligrosas.

Observa la condición humana.

No es decoroso que una persona sea orgullosa y derrochadora cuando le van bien las cosas.

Por eso, es mejor tener algo de infelicidad cuando todavía se es joven, pues si la persona no conoce algo de amargura no se le asentará el carácter.

La persona que se fatiga ante la infelicidad no sirve para nada.

SIETE. Del valor de emprender.

El Samurái debe poner cuidado en todas las cosas y no debe gustastarle quedar en mal lugar en lo más mínimo. Debe cuidar sus palabras, por encima de todo, para no decir cosas como:

“qué cobarde soy”, o “en una situación así, echaría a correr”, o “qué miedo”, o “qué dolor”.

Estas son palabras que no deben decirse ni en broma, ni jugando, ni hablando dormidos.

Cuando una persona que sabe entender oye cosas así, sabe que calará en corazón del que habla. Para no caer en estas cosas, mejor conviene reflexionar con cuidado.

OCHO. No dejes de luchar por llegar lejos.

Según el criterio de los ancianos registrado en el código samurái, la obstinación de un guerrero debe ser extrema.

Si algo se hace con moderación después puede ser juzgado como insuficiente.

He escuchado que cuando uno piensa que ha ido demasiado lejos, no se ha equivocado. Nunca se debe olvidar esta regla.

NUEVE. Concéntrate en los objetivos de hoy.

Un sabio decía:

«Si el samurái no piensa más que en lo que tiene que hacer ese día, será capaz de hacer cualquier cosa».

La labor de un solo día siempre se puede aguantar. Mañana no será más que un solo día.

DIEZ. No dejes de trabajar en tu nicho hasta convertirlo en arte.

Todo el mundo dice que el planeta se está acabando y no surgirán maestros de las artes. Me considero incapaz de entenderlo.

Las plantas, tales como las peonías, las azaleas y las camelias, seguirán dando flores hermosas aunque se esté acabando el mundo. Si las mujeres y los hombres reflexionaran un poco sobre esto, lo entenderían.

Y, si la gente observara a los maestros que hay,

incluso en nuestros tiempos, dirían que sí hay maestros de las diversas artes. Pero a la gente se le ha metido en la cabeza la idea de que el mundo se está acabando, y ya no se esfuerzan.

Es una pena. La culpa no es de los tiempos.


Diálogo entre dos samuráis.

Matsudaira le dijo a Kensumotsu:

-“Eres un hombre muy útil; lástima que seas tan corto de estatura”.

A lo que Kensumotsu respondió:

-“Es verdad. A veces, las cosas de este mundo no están dispuestas como quisiéramos. Si ahora te cortara la cabeza y me subiera encima sería más alto. Pero, estas son cosas que no se pueden hacer”.


Fuente de información del código samurái: Hagakure. El Camino del Samurái.

Fotografía de Pixabay libre de Derechos de Autor.

Fotógrafo:  StockSnap

Pista musical de Kevin MacLeod de Incompetech.com

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