Escasean las desinteresadas críticas constructivas | 676

Las habilidades para hacer críticas constructivas | Definición y ejemplos de críticas constructivas y destructivas | Las oportunidades que genera una crítica | Escasean las desinteresadas críticas constructivas | Críticas destructivas ejemplos

Escasean las desinteresadas críticas constructivas | Artículo escrito por: Gustavo Pérez Ruiz.

Escasean las desinteresadas críticas constructivas

Es posible que en alguna ocasión alguien haya criticado levemente tu trabajo. Esa persona, quien quiera que sea, se enteró de que entregaste dos días tarde tu proyecto y te dijo:

¡Uuuy mira el que entrega tarde! o quizá leyó uno de tus reportes mensuales, o uno de tus artículos del blog y encontró una letra fuera de lugar o la omisión de una coma, o la repetición de una palabra en el mismo párrafo.

Si estabas ‘de buenas’ es probable que no te hayas tomado seriamente esa digamos “crítica ligera”, la cual es de lo más común,

y quizá solo te limitaste a corregir eso que te indicaron.

En otro momento, alguien pudo haber criticado tu trabajo,

pero en lugar de hacerlo someramente fue un poquito más lejos haciendo comentarios generales acerca de tu trabajo los cuales no agregaban nada de valor.

Te pudieron haber dicho:

“A este artículo le falta una introducción más apropiada”, o

“Esos planos vienen incompletos” (porque a su juicio faltan algunos elementos), o

“Este reporte no hace referencias ni comparativos con otros períodos”.

Es probable que esta crítica insustancial o ligera te haya molestado un poco.

Pero luego, en otra muy improbable ocasión,

casualmente alguien se tomó un poco más de tiempo y de trabajo para criticarte, evaluarte o retroalimentarte a fondo.

Es poco factible que después de haber leído uno de tus reportes mensuales, por mencionar cualquier tipo de trabajo, un ejecutivo -cualquiera- se haya tomado la libertad de sugerirte una serie de parámetros que deberías haber contemplado según su punto de vista, y quizá te dijo:

“Deberías empezar informando los antecedentes.

También sería bueno colocar comparativos de resultados de otros meses, así como te lo indico en esta tabla que Yo mismo hice;

también sería bueno que divididas los resultados por unidades estratégicas de negocio, para no informar solo el resultado final,

así podrías mostrar una visión panorámica de los negocios que necesitan más atención.

Si estás de acuerdo, podrías agregar un párrafo como éste que te preparé abajo de la tabla de estadísticas, separando las gráficas en colores para encontrar cada negocio con más facilidad.

Además te sugiero que omitas largas explicaciones de equis problemas que se presentaron y ya no vienen al caso, proponiendo mejor en su caso dos o tres alternativas de solución, aquí mismo te he puesto un ejemplo que denota brevedad y claridad.

Creo que ajustando estos detalles lograrías que quienes lean tu reporte puedan obtener una visión panorámica del proyecto que gestionas”.

Yo no sé cómo te tomarías tú una crítica de este tipo,

me refiero a una crítica detallada, a una crítica integral, a una crítica propositiva, a una crítica constructiva en toda la extensión de la palabra.

En general, solemos rechazar las críticas, y no te conozco personalmente, pero me imagino que una crítica tan a fondo como la anterior podría, a primera instancia incomodarte,

incluso molestarte un poco, dado que a nadie nos gusta que nos digan que nuestro trabajo está mal hecho o que podría hacerse mucho mejor.

Podríamos sentir que esa crítica insinúa que nuestro trabajo es poco profesional, y eso duele en el orgullo, en cierto sentido puede molestarnos.

Pero, por otro lado, si superas el entre comillas «trago amargo» después de haber escuchado un abundante y extenso feedback, podrías incluso sentirte agradecido por esa importante retroalimentación que recibiste para mejorar tu modelo de trabajo,

para que cambies los elementos que no funcionaban,

para que incluyas la información que hasta el momento desconocías que podría agregar muchísima claridad a tus ideas,

o para que replantees tu estrategia,

incluso para que puedas lograr convencimiento a la hora de exponer tus ideas.

Este tipo de crítica extensa, constructiva y yo diría generosa es como dice la expresión “Un garbanzo de a libra”.

Una crítica tan enriquecedora es prácticamente imposible de encontrar, ni siquiera viniendo del propio jefe.

Esta clase de enriquecedoras críticas escasean, están a la baja cada vez más, son como tratar de encontrar una Coca-Cola fría en el desierto del Sahara.

Y en muchas ocasiones, cuando deberíamos valorarlas y agradecerlas, especialmente cuando no nos la están cobrando, tendemos a rechazarlas y a seguir sosteniendo que la forma en que venimos trabajando es inmejorable.

La crítica ligera, la crítica superficial, la crítica sin una debida sustentación, la crítica proveniente de quien no está facultado para opinar sobre el tema es lo más común y sobra en casi todos lados, quizá por eso nos molesta más.

Pero, si nos cambiamos de perspectiva.

Si en lugar de recibir la crítica desde nuestro asiento de empleado o de trabajador de un oficio, nos sentamos en la silla del emprendedor, ¿Cómo te tomarías la crítica?

En principio, cuando tienes entre manos un proyecto de emprendimiento lo que más anhelas precisamente es esa crítica constructiva, especialmente si nunca habías incursionado en una industria determinada,

o si a pesar de tener experiencia en tu sector reconoces que careces de experiencia como emprendedor, allí es cuando ansías recibir un apropiado y justificado feedback.

Entonces, cuando irrumpes en terrenos desconocidos o antes inexplorados para ti, la buena retroalimentación y la debida orientación juegan un papel fundamental para tu seguridad personal,
porque te proveen de elementos suficientes para tomar decisiones y seguir adelante.

Puede que en ocasiones te incomode todo tipo de críticas superficiales o de fondo,

pero fíjate que cuando inicias un proyecto de emprendimiento lo que más deseas recibir son sugerencias y comentarios debidamente sustentados y facultados por los expertos de cada tema que te interesa,

y allí precisamente como emprendedor valorarás y aquilatarás cada consejo o comentario constructivo que te llegue, máxime cuando SON GRATIS.

Sí, es normal que cuando te inicias en una industria donde desconoces muchos de sus métodos, procedimientos y entresijos, será casi seguro que tendrás que recurrir a contratar a uno o a varios especialistas o asesores de las diversas disciplinas las cuales tú no dominas y que por consiguiente no puedes gestionar por ti mismo.

Es en esos momentos iniciales, y también en esos donde ya vas avanzando por ese camino, que anhelarás consejos bien fundamentados,
donde esperarás cualquier tipo de crítica o comentario, incluso aunque sea negativa o que en su caso provenga de alguien que no esté debidamente adoctrinado en el tema que te interesa.
Siempre te será de gran utilidad cualquier comentario acerca de tu marca, porque te señala las necesidades e inquietudes del usuario final de tu producto o de tu servicio,
usuario que al final entiendes que refleja el espíritu de tu potencial cliente.

Siendo emprendedores, cualquier tipo de opinión, crítica o sugerencia, ya sea superficial, profunda o suavecita siempre la valoraremos, porque precisamente nos señala cómo y dónde podemos mejorar, o qué cosa implementar.

Pero, a veces esa crítica va más a fondo y nos sugiere que cambiemos nuestros paradigmas, nuestras formas, nuestro estilo.

Las recomendaciones de fondo que nos sugieren cambios profundos son más difíciles de aceptar, porque cambian todo el modelo en el que creíamos, pero aun así no debemos descartarlas.

Esta necesidad de crítica constructiva,

especialmente la que proviene de la espontaneidad de un compañero, de la generosidad de un seguidor, de la simpatía de un fan, del agradecimiento de un usuario de tu plataforma,

incluso hasta de la impertinencia de un metiche son el tipo de críticas que pueden tener una gran carga constructiva,

porque te dan luces en relación a tus ideas, te proveen cierta orientación acerca del camino que recorres, si vas bien, o no tan bien, si tienes que hacer algunos cambios o si incluso descubres que te tienes que regresar.

Sentémonos en la silla del otro emprendedor

Aprovechando la grave escasez o si quieres decirlo la ‘sequía’ de este tipo de retroalimentaciones o críticas constructivas,

pongámonos en la silla del emprendedor, pero esta vez no en el lugar de quien espera con ansias consejos y críticas bien elaboradas, ubiquémonos en el lado de las oportunidades.

En vista de la grave carestía e insuficiencia de críticas constructivas, y de la enorme necesidad de este tipo de comentarios, esto nos señala directamente el lugar donde están las oportunidades.

Y si tu posees un conocimiento determinado, si tienes una habilidad particular o dominas una técnica es muy probable que ese saber o ‘know how’ le sea de enorme utilidad a otras personas, o en su caso a algunas marcas.

Si tú descubres, por ejemplo en redes sociales que la Directora General de tal empresa, o el influencer de tal medio, o el bloguero equis que se auto declara como redactor de contenidos tienen ciertas carencias y podrían experimentar muchísimas mejoras a partir de una de tus críticas especializadas.

Casi te aseguro que no rechazarían ni menos tomarían a mal que les hicieses llegar tus comentarios, pero en privado,

ni dejarían de aprobar un discreto comentario que les dejes en sus perfiles públicos de redes sociales.

Tu comentario constructivo en relación a su marca de producto o servicio, o incluso una crítica constructiva en torno a su marca personal puede provocar un impacto muy positivo PARA TI,

pero eso sí, tendrías que ser muy cauto a la hora de transmitirle a cualquier persona tu mensaje, para que no se lo vaya a tomar a mal.

Y bueno, también es probable que pienses que nadie te ha pedido tu opinión en relación a su marca, ni menos tu comentario especializado,
pero si detectas mejoras importantes,

si te das cuenta que puedes ayudar a otros a mejorar podrías con prudencia y tacto hacer llegar tus sugerencias sin ánimo lucrativo,

sin entrometerte, solo por el gusto de ayudar, lo que seguramente te acabará dando réditos dado que nadie provee este tipo de feedback

Las críticas constructivas y especializadas están a la baja y escasea enormemente.

Está más que comprobado que las críticas constructivas son altamente valoradas por los emprendedores en ciernes.

La críticas constructivas y la retroalimentación que llevan implícito un carácter gratuito escasean, brillan por su ausencia,

¡y allí es donde se encuentran muchas oportunidades!


“Para pasar al siguiente nivel es necesario aceptar las críticas constructivas de los demás”.

-Wendy Starland | Compositora, cantante y productora.

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Fotógrafo: TREKNAD

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