Por escrito se asume un riesgo
Hace algunos años llegó un nuevo CEO o Director General a la empresa donde yo trabajaba.
Se especulaba mucho acerca de las causas de su incorporación, pocos lo conocían en el medio.
Si que se hablaban cosas de él, algunas malas, pocas buenas, y aunque casi no conocíamos al personaje los rumores no paraban.
Hoy y entonces podríamos clasificar a esa empresa como grande, grande tanto por la cantidad de empleados que tenía como por el tamaño de su facturación.