¿Qué sucedería si hicieses esto? | Por Gustavo Pérez Ruiz
Hace ya muchos años, cuando era adolescente, solía bromear con mis amigos haciéndonos preguntas sin sentido, digamos nos planteábamos paridas o disparates que solo buscaban provocarnos risas y ridiculizarnos unos a otros.
Por allí nos preguntábamos babosadas tales cómo:
¿Qué harías tú si enciendes la televisión y me ves en un programa conversando con la cantante Madonna y El Presidente del Gobierno? o
¿Qué sucedería si mientras duermes te vierto un bote de pintura roja y luego te echo arena en todo el cuerpo?
Este tipo de planteamientos absurdos no llegaban ni llegarían a realizarse, no pasaba de un buen momento riéndonos de nuestras atrocidades retóricas.
Pero, bromas aparte, lo que aquí quiero desarrollar con un poco más de seriedad, es que este tipo de ridiculeces o dislates, realmente sí han logrado trascender positivamente para quienes se han aventurado a exponer sus atrocidades personales.
Estas tonterías del ingenio particular de algunos, o sus “entre comillas peculiares sueños guajiros, han logrado alcanzar el siguiente nivel para quienes que se han atrevido a llevarlos a la acción públicamente.
¿Qué sucedería si hicieses esto?
Antes de ser famoso, el actor canadiense Jim Carey, por ejemplo, se subió al escenario de un bar para mostrar los gestos con los que imitaba a actores famosos, y luego contaba los chistes de su repertorio de adolescencia, y así fue como se inició en el mundo de la comedia.
¿Cómo me hago famoso como Jim Carey?
La bailarina, cantante y actriz Jennifer López (@JLo) se atrevía a bailar en los castings donde le pedían que cantara o que actuara, ella hacía caso omiso de las instrucciones y exponía su mejor repertorio de pasos de baile, a pesar de que las personas de su círculo más cercano no creían que así fuera a llamar positivamente la atención.
En base a esta forma tan transgresora de mostrar sus habilidades (por usar un término de moda) fue como JLO inició su exitosa carrera.
Claves del Éxito de Jennifer López
Comportamientos que no están bien vistos por «La Sociedad»
Muchos comportamientos necesitan de la aprobación de algún código de conducta, o de la venia de una mayoría que aunque no te imponga las reglas por escrito, se entiende por aprobación general que algunas actuaciones están fuera de lugar, como por ejemplo cantar de felicidad mientras uno trabaja en la oficina, o como vitorear con gritos y aplausos la buena gestión de alguno de nuestros compañeros, o incluso nuestros propios éxitos (cuando tenemos la suerte de alcanzarlos), o como silbarle a nuestro asistente para que se apersone en el despacho. Nada de esto está bien visto por la sociedad.
Como podemos ver, hay ciertas particularidades muy específicas de cada uno, o comportamientos totalmente personales con los que todos contamos, que a pesar de que a algunos les parezcan peripatéticos pueden lograr que muchos y muchas destaquen dentro de sus ámbitos de actuación.
Por extrañas u horteras que puedan parecernos las habilidades exclusivas de algunas personas, es probable que esas mismas rarezas e ideas extravagantes logren en algún momento ser reconocidas y bien vistas como elementos diferenciadores los cuales lleguen a ser tolerados y hasta imitados.
¿Cuál es esa característica única que te diferencia de los demás?
Estoy totalmente convencido de que tú posees alguna rareza que solo desarrollas en la intimidad de tu casa, la cual no expondrías en un lugar público, quizá por que te da pena o vergüenza, o porque necesitarías de la aprobación general para poder hacerla con naturalidad.
Puede que la chispa de tu carisma esté prohibida o mal vista en algunos ambientes, pero…
¿Qué sucedería si le decimos a una persona las razones por las cuales admiramos su trabajo?
¿Qué pasaría si le cedemos nuestro lugar a alguien en la fila del banco o del supermercado?
¿Qué sucedería si solo por un día, en lugar de hablar de ti mismo o de ti misma, te enfocas exclusivamente en escuchar a los demás para tratar de comprender sus problemas y motivaciones en la vida?
¿Qué sucedería si estás en una sala de espera y empiezas a hacerle conversación a una persona mayor?
¿Qué podría suceder si le escribimos una buena reseña al bloguero que siempre leemos y que recibe pocos o nulos comentarios?
¿Qué sucedería si te paras a cantar en un Karaoke?
¿Qué sucedería si sacas a bailar a la chica que te gusta?
¿Qué podría pasar si después de una junta de trabajo, una en donde viste padecer de nervios a un compañero inexperto, lo detienes para decirle que se pase a tu oficina para hacerle alguna recomendación la cual consideras que podría mejorar su forma de exponer?
¿Qué acontecería después de que el Director General solicitara sugerencias a todos los empleados, y ante la apatía general, tú eres la única persona que le propone un par de consejos bien estructurados?
¿Qué sucedería si en el grupo de Whatsapp o de Telegram, donde uno de tus compañeros se excede en sus formas compartiendo cosas de las cuales los demás hacen burla a sus espaldas, y cuando tengas la oportunidad le comentas «con mucho tacto» que eso que hace perjudica su imagen?
¿Qué pasaría si detectas que un colega de tu empresa está permanentemente metido en su trabajo, tanto que pasa desapercibido para los demás, y tú te le acercas para decirle que admiras lo que hace y que te gustaría que te regalara unos diez minutos para pedirle un consejo?
¿Qué sucedería si haces un mini-documental de 3 minutos con tu teléfono celular tratando de crear conciencia sobre los problemas de algún colectivo marginado, discriminado u olvidado, y luego lo cuelgas en tus redes sociales?
¿Qué sucedería si después de haber superado una de tus materias del colegio o de la universidad le tomas fotos a todos tus trabajos, apuntes y exámenes y los vas compartiendo en un perfil de Instagram especializado en la materia?
¿Qué pasaría si en el transporte público ves a gente mayor o discapacitada, con dificultades para cargar su equipaje, y te ofreces a ayudarles?
¿Qué sucedería si en lugar de generar contenido digital (audios, imágenes o videos) en los cuales solo predomines tú o tu saber hacer, y propones cosas de utilidad que ayuden a la reflexión y al crecimiento de los demás?
¿Qué pasaría si te das cuenta que alguien te mencionó en su blog, en su artículo o en su post de Instagram y te tomas la delicadeza de hacerle llegar un agradecimiento por su amable gesto, y mejor que mejor si lo haces público?
Y en sentido opuesto, ¿Qué sucedería si le agradeces a la persona que se toma el tiempo de dejarte un comentario en tu plataforma digital o en tu perfil en redes sociales, en lugar de comportarte con el petulante vacío de la indiferencia, una indiferencia que te expondría como lo que realmente eres?
¿Qué sucedería si después de la conferencia de un profesional tú eres de los que levanta la mano para decirle: Primero que nada, «Gracias por compartir su conocimiento», y en segundo lugar, «Esta es mi pregunta»?
¿Qué podría pasar si le pides consejo especializado a alguien de tu gremio, aunque tú seas un especialista de la misma disciplina? Y de paso también le ofreces alguna sugerencia.
Qué sucedería si le pides asesoría particular a uno de tus profesores universitarios y solo te presentas con una duda específica, una que no le tome más de quince minutos poder explicarte, en lugar de pedirle que te aclare todas tus carencias escolares desde tercero de primaria?
¿Qué sucedería si un día le llevas donas y café a todo tu equipo de subordinados?
¿Qué pasaría si en medio de una tormenta de críticas negativas hacia algún compañero o colega, quien cometió un grave error, tú decides hablar solo para contar las cosas positivas que también tiene?
¿Qué sucedería si ves muy preocupado a un colega de tu gremio y le ofreces escucharlo, evitando hablar hasta que solo él o ella te pida consejo?
¿Qué sucedería si asistes a un congreso o a un networking, no importa si es como ponente o como escuchante, y al término del evento eres el único o la única en dejar comentarios positivos en redes sociales acerca de las cosas que aprendiste de cada uno de los expositores?
¿Qué pasaría si te acercas al compañero o compañera que ya sabes que va a dejar la empresa en la que ambos trabajan, por cualquiera que sea el motivo, y le ofreces una CARTA DE RECOMENDACIÓN para lo que se le pueda ofrecer?
¿Por qué te deberían recomendar o darte una referencia?
¿Qué sucedería si le propones a alguien ayudarle con el conocimiento que tú si tienes, o con tu atención, o con tu tiempo, o simplemente con tu compañía?
Las acciones anteriores no se suelen realizar como regla general, ni siquiera porque no cuestan dinero, y tampoco están tan bien vistas.
Todas estas acciones que prácticamente tienden a cero, y en general podrían calificarse como transgresoras en vista de su escasez.
Y, curiosamente, para para llevarlas a cabo, no necesitas de la aprobación de nadie; no es indispensable que algún Superior te de el visto bueno ni que nadie te indique que puedes proceder a ponerte en marcha.
Solo tú decides hacerlas, y los probables resultados de estas acciones, te lo digo con total convicción, invariablemente provocarán reacciones y cambios que seguramente te beneficiarán de formas inimaginables.
“Nunca dejes de hacer esas pequeñas cosas por los demás. Algunas veces esas pequeñas cosas ocupan la mayor parte de sus corazones”.
-Anónimo