Hace unos cuantos años, estando de viaje con mi familia en Londres, abordamos uno de esos autobuses rojos de dos pisos tan bonitos y típicos de esa ciudad.
Y buscando asiento, nos topamos con un grupo de Sigue leyendo
Hace unos cuantos años, estando de viaje con mi familia en Londres, abordamos uno de esos autobuses rojos de dos pisos tan bonitos y típicos de esa ciudad.
Y buscando asiento, nos topamos con un grupo de Sigue leyendo
Nadie, absolutamente nadie tiene la fórmula mágica para poder triunfar, si así fuese viviríamos en un mundo saturado de verdaderos «triunfadores», no de los auto-proclamados ‘winners’, o de esos que se ostentan como los adalides del éxito.
Hoy los buscadores y las redes sociales nos saturan a diario con montones de personajes que nos prometen las fórmulas para triunfar.
Noto con gusto, que a pesar de que el Internet evoluciona a gran velocidad, las teorías administrativas de control, producción, mercadeo (o publicidad) y gestión ejecutiva tienden a humanizarse más que robotizarse.
En una moderna y dinámica sociedad donde todos tenemos y podemos contar con exceso de información, a todos los niveles, cosa que puede hacernos sentir que estamos facultados para hablar casi de cualquier asunto como si fuésemos unos adoctrinados en el tema, es de lo más común asumir y hasta creer con firmeza que lo que decimos y opinamos acerca de los demás es correcto y verdadero.
Esta suena como una pregunta un poco capciosa, y así de entrada como que puede desconcertar y cuestionarse por las razones de su utilidad, pero más allá de captar tu atención y analizando las curiosas similitudes,
Cuando una persona, quizá tú, te ves en la insigne situación de tener que liderar a un grupo de trabajo, un equipo, o quizá a un colectivo que persiga determinado objetivo, seguramente te encontrarás con ciertas expectativas acerca de tus funciones y responsabilidades.
La paradoja del hombre en el coche | Original de: Morgan Housel | Traducción y adaptación de: Gustavo Pérez Ruiz
Es posible que en alguna ocasión hayas estado esperando a que te entregaran tu coche en una zona de valet parking, quizá venías de comer en un sofisticado restaurante o de bailar en una discoteca de moda, y mientras esperabas para salir o entrar al lugar, escuchaste el poderoso rugir del motor de un coche deportivo.
Allí ante la mirada atónita de todos los presentes apareció rodando a baja velocidad un precioso Lamborghini nuevo, quizá era un ostentoso Bugatti, o alguno de categoría similar.
En esta ocasión comentaré los temas que desarrollamos durante nuestras conversaciones, y empezaré preguntándote:
Aunque los Influencers han existido desde que la mercadotecnia (o marketing) surgiera como materia de estudio, es indiscutible que estamos viviendo con gran estupor la explosión de los ‘Influencers de manufactura digital’.
Este es un fenómeno de masas que crece día con día gracias a la facilidad que proporcionan las plataformas de redes sociales para la auto-promoción.