Lecciones de Consultoría de un Japonés | 174

Lecciones de Consultoría

Lecciones de Consultoría de un Japonés | Podcast | Por: Gustavo Pérez

LECCIONES DE CONSULTORÍA DE UN JAPONÉS

Las Empresas  suelen recurrir a la Asesoría o Consultoría externa no solo cuando el Negocio va mal, también cuando una Empresa va bien en términos generales. Contratar los consejos de Profesionales especializados es una decisión de gran apoyo para mejorar procesos, encontrar desviaciones y tener elementos de peso para tomar mejores decisiones.

Aquí les comparto una historia de Consultoría:

Una de las cadenas de hoteles Norteamericanos más importantes contrató a un reconocido Consultor japonés para que impartiera un Taller o Curso de Productividad para sus empleados. Por supuesto, dentro de los alcances de su Consultoría le pagaron todo el viaje desde Japón hasta los Estados Unidos, su prestigio lo precedía .

Antes de empezar el Curso, El personal del Hotel estaba un poco escéptico porque creían firmemente que el Hotel estaba desarrollando un negocio excelente y sabían que este Consultor traído desde Japón no tenía realmente mucha experiencia en la Industria Hotelera, y menos en los Estados Unidos. Se preguntaban: ¿Qué es lo que nos va a enseñar exactamente?

Todos se reunieron a la hora establecidea para la primera sesión del Taller que impartiría este renombrado Consultor Japonés.

El Director General de la Empresa presentó al Señor Masai a todos los asistentes, no tenía lo que se puede decir una personalidad impresionante, su dominio del inglés tampoco era del todo bueno, hablaba como formulando primero la frase en japonés y luego traduciéndola a un inglés poco fluido y con tropezones.

– “Buenos Días”, dijo el famoso Consultor.

– “Empecemos trabajo”,

“Me han dicho que este es un Taller de Productividad, pero no veo ni uno ni otro, ni Taller ni Productividad”.

«Vamos a empezar de lleno donde verdadero Trabajo se está desarrollando».

«Vayamos todos a la Primera habitación en el Primer piso» ordenó el Consultor.

Entonces, todos los participantes se levantaron, los empleados, el Señor Masai el Gerente de ese Hotel, y los camarógrafos, se dirigieron fuera del Salón de Conferencias caminando hacia al destino indicado por el Consultor, destino que casualmente le correspondía al Cuarto de Lavandería del Hotel.

Al entrar, el Señor Masai se dirigió hacia la ventana y dijo: “bonita vista hay aquí”.

Todos los empleados ya sabían eso, no habían hecho venir desde tan lejos a un renombrado Consultor solo para que les dijera lo que ya todos sabían de sobra.

El Consultor Japonés les dijo: “Un cuarto con esta preciosa vista está siendo desperdiciado como cuarto de lavandería, trasladen todo aquí a un cuarto en el sótano del Edificio, y conviertan este cuarto en una habitación más para huéspedes”.

  • ¡¡»Aa Haa»!! respondieron todos.

Ahora, nadie había pensado o analizado esto que les hacía ver el Consultor.

El Gerente del Hotel dijo: “Sí, eso se puede hacer”,

“Entonces háganlo” dijo Masai.

El Manager o Gerente del Hotel le respondió: “Si Señor, apuntaré su propuesta y la incluiremos dentro del Reporte que prepararemos al final del Taller de Productividad”.

El Consultor Japonés, un poco sorprendido le dijo: “Disculpe, pero aquí no hay nada que apuntar, solo háganlo ¡Ya!……. ¡Ahora mismo!”

Y continuó: “Sí, vayan a escoger otro cuarto en el sótano y cambien todas las cosas inmediatamente; Esto solo les debe llevar un par de horas, ¿de acuerdo?”

«Esta bien», le contestó el Gerente.

«Entonces, regresemos aquí justo antes del lunch. Para esa hora ya no debe haber nada de la lavandería y habrán empezado a traer todos los elementos necesarios para iniciar la remodelación de esta nueva habitación. Pidan los muebles, tapices y todo lo necesario para dejarla completamente habilitada cuanto antes y empezar a cobrar la tarifa normal por noche».

«Si Señor», a el Mánager no le quedó otra opción.

Continuando con el recorrido, la siguiente etapa era la Despensa.

Todos entraron. Y al entrar, justo encontraron dos grandes lavaderos llenos de platos sucios.  El Señor Masai se quitó el saco, se subió las mangas de la camisa y empezó a lavar los platos.

Ante el asombro de todos los presentes, el Manager le dijo: “Señor Masai, Por favor, ¿qué está haciendo?” . El Mánager no sabía ni qué hacer ni qué más decir, estaba entre desconcertado y muy avergonzado.

«¡Qué!….. ¡Qué pasa!…. Solo estoy lavando los platos» contestó Masai.

«Pero Señor, aquí tenemos Personal que puede hacer esto, ¡déjelo usted!. El Señor Masai seguía lavando y replicó: “Yo creo que la tarja es para lavar platos, aquí hay unas estanterías para guardar los platos, los platos deben ir en las estanterías».

Todo el Personal allí congregado se preguntaba internamente si realmente necesitaban pagar a un Consultor para que les dijera todo eso y además que se pusiera a lavar los platos.

Después de terminar, el Señor Masai les preguntó: «¿Cuántos platos tienen?».

“Un montón, tantos como para que nunca haya escasez»,

El Señor Masai les dijo: “Tenemos una palabra en Japonés, MUDA”.

Les explicó: «MUDA significa RETRASO y MUDA también significa GASTOS INNECESARIOS. Una de las lecciones de este Curso-Taller es evitar ambos. Si tienen demasiados platos, habrá siempre retraso para limpiar todos.

Siguió sugiriéndoles: «El primer paso para corregir esta situación es retirar inmediatamente todo el exceso de platos».

El Manager volvió a decir: “Sí, ya lo mencionaremos en el Reporte”.

«Una premisa del MUDA es NO perder más el tiempo en redacción de Reporte» insistió Masai.

«Deber empacar inmediatamente en cajas todos los platos extras y enviarlos a otro Hotel del Grupo o a donde sea que hagan falta», insistió de nuevo.

El Consultor les comentó: «A lo largo de este Curso-Taller vamos a averiguar dónde todos encontramos más MUDA ocultos».

Luego, conforme avanzaba el Curso, en cada etapa de esas sesiones, el Personal esperaba con ansiedad dónde podría encontrar más MUDA, para aprender a distinguirlos y evitarlos.

En el último día, el Señor Masai les contó una historia:

Un japonés y un americano se encontraban cazando en medio de la jungla.

Se adentraron en lo profundo de la selva y en un momento se dieron cuenta de que se les habían agotado las balas.

Justo entonces, escucharon lo que parecía el rugido de un Tigre.

Ambos empezaron a correr. Entonces, el cazador japonés se tomo un breve momento para ponerse unos tenis (su calzado deportivo).

El Americano le gritó:  «¿pero qué estás haciendo? Debemos llegar primero al coche».

El japonés le respondió: “No, yo solo tengo que asegurarme de quedar por delante de ti”.

Aquí, todos absortos escuchando el cuento, se dieron cuenta de repente de que el Tigre se detendría después de conseguir a una víctima, a una sola.

La moraleja y lección de todo esto es:

UNO. En la Actualidad la competencia es tan feroz, que es muy importante mantenerse por delante de los demás, incluso por solo un par de pasos.

DOS. Trata de reconocer tus ventajas y fortalezas para aprovecharlas al máximo.

TRES. Si te acuerdas de reducir los gastos de producción y dar siempre la mejor calidad, te encontrarás kilómetros por delante de tu competencia.

Fuente del Cuento: Daily Ten Minutes

Entrada y salida musical de Kevin MacLeod de Incompetech.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.